El uso del bambú en la arquitectura interior esta cada vez más normalizado. Su elección frente a especies madereras por cuestiones de sostenibilidad es un hecho constatable.
El bambú es la materia prima que se presenta como la solución presente y futura para frenar la deforestación. Gracias a sus propiedades comienza a imponerse como material de construcción, apto en multitud de aplicaciones; entre ellas como acabado de suelos en su versión pavimentos de bambú.
Se trata de una especie herbácea que crece de manera natural. Su velocidad de crecimiento es incomparable, pudiendo llegar a ser considerada invasiva, puesto que brota cada año sin necesidad de ser replantada. Cualquier especie maderera necesita entre 30 y 60 años para alcanzar su madurez.
En el caso de los suelos macizos de bambú el material presenta unas características intrínsecas que lo hacen idóneo para este uso, presentando incluso muchas ventajas frente a otros tipos de madera. Tiene una gran dureza, a pesar de ser un material muy liviano, con un índice en la escala Brinell de 4,7, superior al de maderas de uso extendido en parquets y tarimas, como el roble o el haya.
Características del suelo macizo de bambú
BOO fabrica diversos tipos y formatos de pavimentos de bambú macizos.
Todos están formados por tiras de bambú encoladas por canto (veta horizontal) o por cara (veta vertical). Es esta configuración alistonada la que le confiere una estabilidad muy superior a cualquier suelo macizo de madera, frente a condiciones adversas de humedad relativa.
Existen distintos formatos de lamas de 1950x130x18mm (gran formato); 1950x96x15 (formato grande) y 960x96x15mm (pequeño formato). Todos son exclusivos de BOO-Bamboo, con machihembrado T&G en las lamas más largas, preparadas tanto para su instalación encolada a la solera como para su instalación mediante sistema flotante.
Las lamas más pequeñas incorporan un novedoso sistema clic. Se trata de un anclaje mecánico que permite una rápida y cómoda instalación dentro de este formato más usual de pavimentos de bambú, así como un aislante acústico a ruido de impacto en el trasdós de la tabla.
Los suelos de bambú pueden presentar un color natural procedente del secado de las propias tiras labradas de la caña de bambú o, un color más o menos tostado. Este tono caramelizado se obtiene mediante la cocción de los azúcares del bambú en hornos a 200-300ºC, donde el material se trata contra el ataque de xilófagos.
La densidad del material, entorno a los 760kg/m3 le confieren una dureza muy alta. Dicha dureza se refuerza en nuestra fabricación con la aplicación de barnices de extrema resistencia al desgaste pero con acabados muy naturales que crean ambientes cálidos y confortables.
Utilidades del suelo macizo de bambú
La estabilidad que posee este suelo, gracias a su composición, hacen del mismo un revestimiento idóneo sobre suelos radiantes y en zonas húmedas: baños y cocinas. En estos usos las lamas del suelo de bambú deben encolarse a la solera para su mejor comportamiento.
Al tratarse de un material antiestático, antialérgico y un fantástico conductor térmico son ideales en lugares de trabajo y espacios domésticos donde se busque la calidez y el confort de los usuarios.
El bambú como tal, es un material aislante, una propiedad que aporta su propia fisonomía. En el interior de las cañas de bambú se forman pequeñas cámaras de aire que otorgan a este material su capacidad natural de funcionar como aislante acústico, además de térmico. El bambú es por tanto idóneo en el revestimiento de salas donde se necesite una buena acústica, en salones de usos múltiples, auditorios… donde sea primordial reducir la reverberación del sonido.
Si necesitas información adicional para la elección de un suelo de bambú en alguno de tus proyectos no dudes en contactar con BOO aquí.